Chuang, Tzú

Lao Tse


La enseñanza del Tao Te Ching es moral en el sentido más profundo del término. Desembarazado de todo concepto de pecado, el Maestro no ve en el mal una fuerza a lo que haya que resistirse, sino sólo una opacidad, un estado de autoabsorción que está en desarmonía con el proceso universal y que, al igual que la suciedad de una ventana, obstruye el paso de la luz.



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