Si uno saca a un pez del agua y lo pone en una cama muy cómoda de terciopelo, el pez seguirá siendo infeliz y finalmente morirá. El pez no puede ser feliz fuera del agua porque es un animal acuático. En forma similar, todos nosotros somos almas espirituales, y no podremos ser felices a menos que llevemos una vida espiritual o que estemos en un mundo espiritual.
Comentarios
Publicar un comentario